Son los daños que puede sufrir el vehículo asegurado por motivos accidentales a consecuencia de varios factores a los que está expuesto, tanto en circulación como detenido. Los más comunes son:
- Choque con otros vehículos
- Choque con otros objetos
- Vuelco o despeñamiento
- Hurto total o parcial
- Incendio total o parcial
- Caída de árboles
- Granizo
- Inmersión
Para más información, consulta las Condiciones Generales de la Póliza, artículo 32